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Todo el mundo conoce las fiestas de los santos, pero no muchos están familiarizados con la biografía de los santos. Cada día del año, la Iglesia católica celebra la memoria de uno o varios santos. El 3 de agosto, una de las santas celebradas es Santa Lidia. Fue una cristiana del siglo I, y se la conoce por ser la primera persona que recibió el mensaje del Evangelio en la ciudad de Filipos. Repasemos la vida y el legado de Santa Lidia, y por qué la conmemoramos el 3 de agosto.
¿Quién era Santa Lidia?
Santa Lidia de Tiatira fue una mujer de considerable influencia en la primitiva comunidad cristiana. Se supone que era una exitosa mujer de negocios, comerciante de telas de púrpura, en una época en que éste era un mercado muy rentable. Esto probablemente le permitió un nivel inusual de libertad e independencia en comparación con otras mujeres de su época. Era originaria de Tiatira, una ciudad cercana a Filipos, en la provincia romana de Macedonia. Practicaba la fe judía y estaba abierta a las enseñanzas de Cristo. Escuchó atentamente al apóstol Pablo, del siglo I, que había llegado a Filipos. Santa Lidia aceptó su mensaje con mucho interés e insistencia, según consta en Hechos de los Apóstoles 16:14.
Una vez que Santa Lidia se convirtió al cristianismo, la Biblia recoge que su casa de Filipos se convirtió en la primera iglesia de Europa, y que la primera convertida fue una mujer. Una vez completada su conversión, Lidia se bautizó a sí misma y a toda su familia en la fe cristiana.
Legado de Santa Lidia
La historia de la conversión de Santa Lidia, tal como se recoge en el Nuevo Testamento, es un acontecimiento esencial del cristianismo primitivo. Por eso, en parte, la celebramos como una figura de importancia espiritual e histórica. Sus acciones también representan la primera vez que vemos que la fe cristiana llega a Europa. Asimismo, se considera que Santa Lidia fue la primera persona de Europa que se hizo cristiana. Su historia ejemplifica cómo se forma una comunidad cristiana gracias a la voluntad de un individuo de escuchar el mensaje de Dios y responder a él.
A veces podemos olvidar que las personas mencionadas en los libros de historia antigua eran personas reales con luchas y experiencias reales. La historia de Santa Lidia nos anima a tener valor, pues la fe cristiana siempre ha sido un medio para que la gente encuentre y comparta el amor de Dios.
Celebrando a Lidia de Tiatira
Como hemos dicho, la Iglesia celebra a Santa Lidia de Tiatira el 3 de agosto. Probablemente fue en Filipos donde murió y fue enterrada. Su fiesta es un momento para reflexionar sobre su conversión y su papel en la historia del cristianismo. También es un momento para que recordemos que todos estamos llamados a escuchar la palabra de Dios y a responder con corazones abiertos y generosos en nuestros hogares y con las personas que nos rodean.
El himno «Llamados por Cristo a ser santos» se canta para celebrar su fiesta. La letra del himno alaba a Santa Lidia por su conversión, su papel en la difusión de la fe en el mundo mediterráneo, y por su gracia y sabiduría. Santa Lidia representa un brillante ejemplo de lo que significa vivir verdaderamente los valores de la fe y la caridad en la propia vida. Su historia sigue inspirando y animando a los cristianos de hoy.
Santa Lidia de Tiatira está alineada con los valores cristianos de fe, amor y caridad. Su historia es un testimonio del poder de la conversión y de la labor de cada persona en la difusión de la fe. Su historia es también un recordatorio de que todos estamos llamados a vivir vidas que reflejen el amor de Cristo. El 3 de agosto, celebramos la memoria de Santa Lidia de Tiatira, y damos gracias a Dios por el ejemplo de fe que nos ofrece.
